Un premio en el país de la oliva tiene un peso especial y puede constituirse en el mejor embajador del aceite de oliva en los mercados internacionales.

Esta distinción, que se certifica a través de medallas, diplomas de honor, autoadhesivos especiales y otros materiales de promoción, contribuye con la imagen y la difusión de la reputación de sus productos, tanto a través de la comunicación de la competición y como por medio de los jueces extranjeros,  líderes de opinión en el contexto internacional.

Además, el concurso, que ha ganado ya el reconocimiento de algunos de los jueces internacionales y personas más importantes de la industria mundial del aceite, contribuye sustancial y directamente al crecimiento de ventas de todos los productos premiados, así como al desarrollo del mercado griego de aceites premium, que aún se encuentra en una fase inicial.